martes, 9 de agosto de 2011

UN DÍA EN LA VIDA DE UN CHAMBERITO



A las 7:00 de la mañana don Stalin Naja empieza a recorrer la Vía Perimetral, que es el lugar donde él labora desde hace 7 años. Anteriormente era comerciante pero ahora se dedica a escarbar entre la basura para encontrar materiales que le puedan servir para venderle a un depósito.
Los peligros suelen ser constantes para él, principalmente porque no toma las medidas de seguridad apropiadas como la utilización de guantes en caso de toparse con jeringas. Sin embargo dice no temer a las enfermedades porque asegura manejar con mucho cuidado la basura y en la mayoría de las ocasiones solo abre las fundas y con un palo escarba para ver lo que hay en su interior y si hay algo que le interese.
El sol azota su frente, su rostro sudoroso y sus manos manchadas de negro una y otra vez pasan por su rostro para quitarse el sudor. El camino aún es largo, los carro pasan sin cesar y su ruido hace aún más sofocante y desesperante este caluroso día. Callado, pero muy atento a lo que a su paso encuentra lo vemos avanzar cada vez a paso más rápido.
Lo mucho que gana diariamente son $10 y eso le alcanza para comprar algunas cosas para llevar a su casa, pero afirma que si tuviese que mantener a sus hijo no le alcanzaría. “Ni para las medicinas cuando caigo enfermo me alcanza, ahí tengo que comprar ciertas cosas y pedirle ayuda a mi hermana hasta para que me cuiden para recuperarme y poder trabajar de nuevo”
Así transcurre toda su jornada hasta que llegan las 20:00, hora en la que va a dejar todo lo que recolectado al depósito para ganarse el dinero por su trabajo.

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